HERENCIA Y COMPROMISO
«Su verdadera motivación no reside en la comercialización de sus instrumentos, sino en el estudio constante, una perspectiva que considera fundamental para su continua evolución en el arte de la luthería»
Hoy tuve el privilegio de visitar a un joven luthier que está dando mucho de qué hablar: Felipe Conde Junior. Felipe proviene de una ilustre tradición familiar de constructores de guitarras, reconocida como una de las más importantes en España. Su exposición desde temprana edad al arte de la construcción de guitarras dentro de su propia familia ha hecho que este oficio sea algo natural para él. Sin embargo, no se conforma con simplemente continuar la tradición; actualmente, se encuentra inmerso en la búsqueda incansable de la guitarra perfecta.
El fervor con el que Felipe persigue este objetivo me hace estar seguro de que logrará grandes cosas. Posee numerosas cualidades a su favor, como su profundo conocimiento del instrumento, su disposición para recibir consejos y su espíritu inconformista, todo ello acompañado de un corazón generoso y acogedor.
Durante mi visita a Madrid, Felipe no solo me abrió las puertas de su taller, sino que también me brindó todas las facilidades para realizar la entrevista. Incluso, a pesar de ser fin de semana, ajustó su horario para poder atenderme, sacrificando tiempo que podría haber pasado con su familia. Gestos como este son los que inspiran confianza en su trayectoria profesional y personal.
Al adentrarme en su taller, pude percibir la pasión y dedicación que Felipe pone en cada una de sus creaciones. Cada guitarra que sale de sus manos es una obra maestra, un testimonio del talento y la habilidad que ha heredado y cultivado a lo largo de los años. Su compromiso con la calidad y la excelencia es evidente en cada detalle, desde la selección de la madera hasta el último pulido.
Además de ser un experto en la construcción de guitarras, Felipe también es un apasionado intérprete. Durante nuestra entrevista, tuve el privilegio de escucharlo tocar algunas cosas, me dejo impresionado.
Es claro que Felipe Conde Junior es mucho más que un simple luthier; es un artista en toda regla, comprometido con la perfección y la belleza en cada aspecto de su vida. Su influencia en el mundo de la música y la luthería es innegable, y estoy seguro de que su legado perdurará por generaciones.